Pastor que intentó matar a su familia llora y lee el Salmo 51 en la corte, espera recuperarse como David
En una emotiva audiencia donde fue sentenciado a casi 30 años de prisión por intentar asesinar a su esposa e hijos en su hogar de Kansas, Matthew Lee Richards, ex pastor de niños de la Iglesia Cristiana Crossroads, se arrepintió entre sollozos de sus actos. Mientras leía el Salmo 51, se comprometió a ser como su escritor, el rey David, en su recuperación.
“En los últimos 18 meses en prisión, he tenido tiempo para mirar atrás y admitir mis fracasos ante mí mismo y ante Dios, pero a nadie más, y busqué un cambio para mejorar”, declaró el hombre de 43 años en una declaración preparada ante el juez de distrito Jason B. Billam.
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“Por eso, es difícil expresarlo con palabras, pero las palabras de David en el Salmo 51 han sido mi oración constante. Así que deseo leerlas hoy porque David las expresó con palabras… mi corazón arrepentido, más de lo que jamás podría haber estado”, dijo el miércoles pasado al leer el capítulo completo.
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Richards, quien inicialmente enfrentó cuatro cargos de intento de asesinato en primer grado, un cargo de intento de asesinato capital y un cargo de incendio provocado con agravantes, se declaró culpable de dos cargos de intento de asesinato el mes pasado.
Los investigadores dijeron que, junto con el departamento de bomberos local, acudieron al domicilio de la familia tras recibir un informe de disturbios e incendio en la vivienda a las 3:47 a. m. del 16 de septiembre de 2023.
Posteriormente, descubrieron que los hijos y la esposa del pastor sufrieron laceraciones de diversos grados. La esposa de Richards y dos de sus hijos fueron hospitalizados en ese momento. Su hijo de 19 años y otros dos de sus hijos recibieron atención médica y fueron dados de alta.
Declaraciones policiales citadas en una declaración jurada indicaron que recibieron varias llamadas al 911 sobre el ataque de Richards.
La familia había vivido en su casa de cuatro habitaciones y dos baños y medio en Shawnee desde que la compraron en diciembre de 2016. Registros judiciales civiles citados por el Kansas City Star muestran que en noviembre de 2022 se presentó una solicitud de ejecución hipotecaria para la vivienda.
Richards trabajaba como profesor de inglés de séptimo grado en la Academia Preparatoria Christ desde 2020, según su biografía. Su esposa, Stephanie, era directora de la escuela preescolar cristiana Crossroads y del programa Parents Day Out. En ese momento, debían $155,429 de su hipoteca. Los registros públicos indican que la casa se vendió en junio de 2023.
Richards no se atrevió a contarle a su familia sobre la ejecución hipotecaria ni que padecía una enfermedad mental no diagnosticada, según su hermana, quien lo llamó "una buena persona" que "hizo algo malo".
“Este no es un caso en el que un mal tipo hizo algo malo”, declaró la hermana de Richards ante el tribunal, según una grabación de la audiencia realizada por Law & Crime. “Es un buen tipo que hizo algo malo. Esto tiene consecuencias y nadie niega esta situación. Nadie. Todos sabemos que las tiene”.
La hermana de Richards argumentó que su hermano no debería haber estado sin su padre durante casi 30 años. También atribuyó sus acciones a una enfermedad mental.
“Honestamente, él fue un padre presente. Él no tuvo un padre presente pero él fue un padre presente. Es un hombre maravilloso que ayudó a todos los que pudo. Simplemente no sabía cómo ayudarse a sí mismo”, dijo.
“La enfermedad mental es algo real. Ahora que sabemos qué es, sabemos cómo solucionar y tratar las cosas”, añadió.
En una breve declaración a su hijo, la madre de Richards le aseguró que siempre lo querría.
“Mi pequeño niño ayer, mi amigo hoy, mi amigo para siempre”, dijo entre lágrimas. “Nunca olvides que estoy muy orgullosa de ti y que te quiero más que a nada en este mundo”.
Richards pidió perdón a quienes lo admiraban, incluyendo a su familia.
“Me presento aquí hoy para dirigirme a la corte, a los niños de mi comunidad y a sus padres, quienes confiaron en mí. Y lo más importante, a mi familia, para pedir perdón y gracia, algo que sé que no merezco otra vez”, dijo. “Viviré cada día con esa desgracia, pero espero ser como David. Elijo intentar usar mis fracasos para seguir superándome y luego ayudar a quienes he deshonrado a recuperarse conmigo”.
