El violento asesinato de un sacerdote mexicano desata la exigencia de una investigación transparente

Un grupo cristiano de defensa se ha sumado a los llamados para una investigación transparente sobre el asesinato de un sacerdote católico en el sur de México. El sacerdote fue hallado muerto a principios de este mes en una región asolada por la violencia de los cárteles y los ataques selectivos contra el clero.
El cuerpo del sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada, de 59 años, fue descubierto el 6 de octubre en el estado de Guerrero, días después de que la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa lo reportara como desaparecido. Pantaleón fue visto por última vez el 5 de octubre mientras regresaba de Atzcala a su parroquia en Mezcala, un trayecto de unos 30 minutos en auto, pero su cuerpo fue hallado a unos 90 kilómetros al sur de Atzcala con heridas de bala en el cuello, según el grupo de vigilancia Christian Solidarity Worldwide (CSW por sus siglas en inglés) con sede en el Reino Unido.
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Pantaleón se había desempeñado como párroco de la iglesia de San Cristóbal en Mezcala. Líderes jesuitas en México emitieron un comunicado lamentando su muerte y exigiendo claridad en la investigación en curso.
Las autoridades anunciaron la detención de un sospechoso, identificado como Miguel Ángel N., el 10 de octubre. Los funcionarios dijeron que el sospechoso era un conocido del sacerdote y que había dado versiones contradictorias sobre su último encuentro. Inicialmente afirmaron que el sacerdote había sido asesinado por su chofer, pero los líderes de la Iglesia negaron que Estrada tuviera un chofer.
El vehículo del sacerdote fue localizado lejos de la zona por la que se esperaba que viajara, en un área controlada por organizaciones criminales rivales. La región es conocida por las violentas disputas territoriales entre bandas, incluyendo a Los Ardillos y Los Tacos, ambas presuntamente implicadas en el narcotráfico y conflictos armados.
La directora de incidencia de CSW, Anna Lee Stangl, dijo que el asesinato formaba parte de un patrón de violencia de larga data contra los líderes eclesiásticos en todo México.
"El violento asesinato del padre Bertoldo Pantaleón Estrada es uno más en una cadena de asesinatos de líderes eclesiásticos en Guerrero y en todo el país durante las últimas dos décadas, lo que convierte a México en uno de los países más mortíferos del mundo para sacerdotes y otros líderes religiosos», afirmó. «Nos sumamos a los llamados para una investigación completa y transparente de este horrible asesinato y exhortamos a las autoridades mexicanas, tanto a nivel estatal como federal, a garantizar que todos los responsables de la muerte del padre Pantaleón Estrada rindan cuentas y que el móvil de este asesinato se establezca firmemente".
El 11 de octubre, según se informa, al menos 400 miembros del clero y feligreses marcharon en una "caravana por la paz y la justicia" en la capital de Guerrero, Chilpancingo, para exigir que se rindan cuentas en el caso.
La muerte de Pantaleón se produce más de un año después de que un obispo emérito conocido por mediar en disputas entre cárteles, Salvador Rangel, fuera secuestrado en la misma región. Posteriormente fue encontrado y trasladado a un hospital.
En 2018, el párroco Germain Muñiz García y otro clérigo, Iván Añorve Jaimes, fueron asesinados en una emboscada en una carretera en la misma zona. Durante el último año, el estado ha sido testigo de una serie de asesinatos políticos, incluida la decapitación en octubre de 2024 del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, menos de una semana después de asumir el cargo.
En el programa de televisión "Sacro y Profano", Guillermo Ganzanini, del Centro Católico Multimedial, expresó su preocupación por la fiabilidad de las investigaciones sobre los asesinatos de clérigos.
"Lamentablemente, tenemos una nota de ocho columnas, pero la continuidad [de la cobertura] del caso se desvanece", afirmó Ganzanini. "No sabemos qué ha pasado con las familias, no sabemos qué pasó en los interrogatorios, no hay una respuesta oficial de las instituciones sobre el resultado de las investigaciones".
El Centro Católico Multimedial ha documentado 80 asesinatos de sacerdotes católicos en México en los últimos 30 años.
Su informe de diciembre de 2024 enumera las muertes recientes de varios sacerdotes en todo el país, incluyendo al padre Ícmar Arturo Orta Llamas en Tijuana en 2018, al padre José Martín Guzmán Vega en Tamaulipas en 2019, y a tres sacerdotes en 2021: el franciscano Juan Antonio Orozco Alvarado, Gumersindo Cortés González en Guanajuato y José Guadalupe Popoca Soto en Morelos.
En 2022, otros tres sacerdotes fueron asesinados: el padre José Guadalupe Rivas en Tijuana y los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar en Chihuahua.
Entre 2019 y 2024, el Centro Católico Multimedial documentó 10 asesinatos de sacerdotes y 900 casos de extorsión, amenazas de muerte o violencia contra el clero católico en todo México, informó la Agencia de Noticias Católica.
La organización de vigilancia de la libertad religiosa Puertas Abiertas clasificó a México en el puesto 31 en su Lista Mundial de la Persecución 2025 de los países más peligrosos para los cristianos. El grupo citó la violencia relacionada con los cárteles, la corrupción, la opresión de clanes y la hostilidad secular como factores que impulsan los ataques contra el clero.