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Obispos católicos y un grupo de evangélicos latinos se oponen a ley "Big Beautiful Bill" de Trump

Obispos católicos y un grupo de evangélicos latinos se oponen a ley "Big Beautiful Bill" de Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla con los medios de comunicación a su salida de la Casa Blanca el 25 de abril de 2025 en Washington, D.C. | | Kevin Dietsch/Getty Images

Una coalición de obispos católicos y líderes evangélicos latinos se ha opuesto formalmente al "One Big Beautiful Bill" del Presidente Donald Trump, advirtiendo que sus disposiciones sobre inmigración e inteligencia artificial amenazan tanto los valores morales como las libertades civiles.

En una carta conjunta enviada al Senado, los líderes religiosos pidieron a los legisladores rechazar el proyecto de ley, citando su potencial para dañar a las familias inmigrantes, debilitar los programas de asistencia para la pobreza y erosionar los derechos de los estados.

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Firmada por más de 40 figuras religiosas de alto rango, incluyendo al Cardenal Robert McElroy de Washington D.C., y el Rev. Gabriel Salguero de la Coalición Nacional Evangélica Latina, la carta critica la asignación al proyecto de ley de miles de millones de dólares para una campaña de deportación a nivel nacional y expansión de la infraestructura del muro fronterizo.

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Los firmantes argumentan que el financiamiento separaría familias, afectaría iglesias y aumentaría las muertes entre los solicitantes de asilo en la frontera EE.UU. y México.

La carta señala que el Departamento de Seguridad Nacional ha removido a las iglesias de su lista de ubicaciones sensibles, haciendo a las instituciones religiosas más vulnerables a las redadas de inmigración.

Los líderes religiosos escribieron, "Ya hemos presenciado una reducción en la asistencia a muchos de nuestros servicios religiosos en nuestras denominaciones, ya que la amenaza de redadas ha disuadido a muchas familias de practicar su fe".

La carta también condena los recortes en los programas de asistencia de salud y alimentaria contenidos en el proyecto de ley, y advierte que millones de ciudadanos de bajos ingresos y residentes legales - que  incluyen a solicitantes de asilo y refugiados - serán forzados más hacia la pobreza.

Citando datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, los líderes religiosos declaran que el proyecto de ley transferiría riqueza del 10% más pobre de los estadounidenses al 10% más rico.

El amplio proyecto de ley de reconciliación presupuestaria de Trump, conocido como el "One Big Beautiful Bill" o H.R.1, fue aprobado por la Cámara de Representantes en mayo pasado. El sábado por la noche, los republicanos del Senado votaron 51 a 49 para avanzar el proyecto de ley, que sería debatido a las 9 a.m. hora del Este hoy lunes. Durante este tiempo, los senadores ofrecerán enmiendas al proyecto de ley.

Entre sus disposiciones más controvertidas está una prohibición de 10 años sobre cualquier regulación a nivel estatal con respecto a tecnologías de inteligencia artificial.

La Sección 43201 del proyecto de ley prohíbe a los estados o sus subdivisiones políticas "hacer cumplir cualquier ley o regulación que limite, restrinja o de otra manera regule modelos de inteligencia artificial, sistemas de inteligencia artificial, o sistemas de decisión automatizados" durante una década desde la fecha de promulgación.

Solo dos republicanos de la Cámara de Representantes, Thomas Massie de Kentucky y Warren Davidson de Ohio, votaron contra el proyecto de ley. En el Senado, los republicanos Thom Tillis de Carolina del Norte y Rand Paul de Kentucky votaron contra una moción para comenzar el debate sobre el proyecto de ley.

Muchos partidarios del Partido Republicano argumentan que una política nacional uniforme es necesaria para prevenir un mosaico regulatorio estado por estado que podría obstaculizar el avance tecnológico. Pero los críticos en ambos partidos dicen que la medida socava la soberanía estatal y remueve herramientas clave de supervisión.

La Representante republicana Marjorie Taylor Greene, ha retirado desde entonces su apoyo al proyecto de ley después de enterarse de la disposición que tiene que ver con la IA. "Estoy firmemente OPUESTA a esto y es una violación a los derechos estatales", escribió Greene en X. "No tenemos idea de qué será capaz la IA en los próximos 10 años y darle rienda suelta y atar las manos de los estados es potencialmente peligroso", agregó.

El proyecto también dirige $500 millones hasta el 2034 al Departamento de Comercio para modernizar los sistemas de tecnologías de información federales que usan IA, creando oportunidades lucrativas para contratistas del gobierno.

Palantir Technologies, una firma de análisis de datos con vínculos de larga data con el gobierno federal, es considerada un beneficiario probable. Las plataformas de IA de la compañía, como Foundry y Gotham, ya están desplegadas a través de múltiples agencias federales, incluyendo los Departamentos de Seguridad Nacional y Salud y Servicios Humanos, según informó el New York Times.

Palantir aseguró un contrato por $480 millones del Ejército de los EE.UU. para su Sistema Inteligente Maven a principios de este año y se le otorgó un contrato por $795 millones del Departamento de Defensa en mayo. En total, la compañía ha ganado más de $113 millones en contratos federales sólo en 2025 y más de $2.7 mil millones desde 2009.

Una orden ejecutiva de Trump en marzo instruyó a las agencias federales a expandir las prácticas de intercambio de datos y ha sido interpretada por grupos de libertades civiles como precursor a un sistema de vigilancia federal centralizado. Según The New York Times, el fundador de Palantir, Peter Thiel, un aliado de mucho tiempo de Trump, ha jugado un papel clave en dar forma a esta iniciativa.

El mes pasado, 13 ex empleados de Palantir instaron públicamente a su CEO Alex Karp a finalizar la colaboración de la compañía con la administración. En una carta conjunta, advirtieron que las barreras éticas alrededor del uso de IA estaban siendo desmanteladas y que la industria arriesgaba "normalizar el autoritarismo bajo el disfraz de una 'revolución' liderada por oligarcas".