Oklahoma cancela el mandato de tener Biblias en las aulas de las escuelas públicas

El nuevo titular del Departamento de Educación del Estado de Oklahoma ha anunciado la cancelación de un controvertido mandato que exigía tener Biblias en las aulas de las escuelas públicas.
El Superintendente de Instrucción Pública del Estado, Lindel Fields, quien fue nombrado para el cargo tras la renuncia de su predecesor, Ryan Walters, anunció el miércoles que ponía fin al mandato.
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Fields explicó en un comunicado, citado por la estación de radio KOSU, que no iba a continuar la batalla legal contra una demanda que impugnaba el mandato, y que “no tiene planes de distribuir Biblias ni un plan de estudios para la formación del carácter basado en la Biblia en las aulas”.
“Si quedan recursos por asignar, el momento es oportuno, ya que mi equipo y yo estamos revisando actualmente el presupuesto”, declaró Fields. KOSU señaló que la implementación del mandato de tener Biblias en las aulas costaría una cifra estimada en 3 millones de dólares.
Walters, quien ahora dirige un grupo de defensa conservador llamado Teacher Freedom Alliance, condenó la decisión de poner fin al mandato en una publicación en X.
“No podría estar más decepcionado con la decisión de dejar de empoderar a nuestros maestros en Oklahoma para que usen un documento fundamental como la Biblia en el aula”, publicó Walters. “La guerra contra el cristianismo es real”.
Mientras se desempeñaba como superintendente, Walters impulsó múltiples iniciativas para promover el cristianismo y la Biblia en la educación pública, incluida la de tener Biblias en las aulas de las escuelas públicas.
El año pasado, Walters anunció que los estudios bíblicos se convertirían en una parte clave del plan de estudios de ciencias sociales, y declaró a The Christian Post en julio pasado que era “de suma importancia que nuestros niños obtengan una comprensión completa de la historia de Estados Unidos”.
“Obviamente, eso incluye el libro más leído en la historia de Estados Unidos, el libro más comprado en la historia de Estados Unidos, el libro más citado en los siglos XVII y XVIII: la Biblia”, dijo Walters.
“No vamos a permitir que los extremistas de izquierda y el sindicato de maestros mantengan la Biblia fuera de las escuelas en su contexto histórico. Por lo tanto, estamos muy orgullosos de ser el primer estado en volver a poner la Biblia en las aulas y asegurarnos de que nuestros niños comprendan su impacto en la historia de Estados Unidos”.
Un grupo de clérigos, maestros y padres de estudiantes de escuelas públicas demandó a Walters, argumentando que su directiva “interfiere con la capacidad de los padres para dirigir la crianza religiosa y moral de sus hijos” y “viola la Ley de Procedimientos Administrativos de Oklahoma”.
“La OAPA (siglas en inglés de la ley) exige que se sigan procedimientos detallados para emitir una norma, incluida la notificación y un período para comentarios. El superintendente Walters no hizo ningún esfuerzo por seguir estos procedimientos”, se leía en la demanda.
La demanda también alegaba que el requisito de la enseñanza de la Biblia en las escuelas públicas violaba la autoridad de los “distritos escolares individuales” para “seleccionar los materiales de instrucción que utilizarán”.
En noviembre pasado, después de que se presentara la demanda contra Walters, el departamento de educación del estado dijo que ya había comprado 500 Biblias para las escuelas, informó The Oklahoman.
En marzo, el subcomité de Asignaciones para la Educación del Senado de Oklahoma rechazó la solicitud de Walters de asignar 3 millones de dólares para la compra de Biblias para las escuelas públicas.
En respuesta al rechazo, Walters anunció que se asociaría con el cantante Lee Greenwood, famoso por la canción “God Bless the USA”, para obtener donaciones de otras fuentes y así conseguir las Biblias.
También en marzo, la Corte Suprema de Oklahoma emitió una orden de suspensión a petición de la Oficina de Gestión y Servicios Empresariales, dejando en suspenso la compra de las Biblias a la espera de la resolución del litigio en curso.
Walters anunció su renuncia como superintendente a finales del mes pasado, explicando que aceptaba un puesto en la Teacher Freedom Alliance, un grupo de defensa antisindical.